Esta temporada se vendieron cerca de 3 millones de kilos.
Fue producto de una mayor demanda y de campañas de promoción de la fruta. Buscarán una evolución constante y distribuida en el año, con posibilidad de importar.
El consumo nacional de una fruta que originalmente fue pensada para exportar, sigue en aumento.
La actual temporada de arándanos, que se extiende hasta lo que se pueda consumir entre diciembre y enero, desde los meses de junio-julio que es cuando comienza estacionalmente a encontrarse la fruta en las verdulerías, ofreció un crecimiento notorio en el consumo interno: creció más de un 250% hasta cerca de tres millones de kilos vendidos.
Desde el Comité Argentino de Arándanos (ABC), explicaron que el mayor conocimiento de la fruta de parte de los consumidores y las fuertes campañas de promoción y difusión que se encararon durante el año contribuyeron al mayor nivel de consumo. Entre las campañas se destaca la imposición de la “Semana del Arándano” que ofreció promociones en el Obelisco porteño y degustaciones en hipermercados, enmarcada dentro del programa “Más frutas y verduras”, que lleva adelante el Ministerio de Agroindustria de la Nación.
“Tuvimos una respuesta notoria del mercado local con las campañas. Además nos propusimos convocar a operadores del Mercado Central de Buenos Aires para que haya más llegada a los consumidores”, afirmó Jorge Pazos, Responsable de la Comisión de Mercado Interno de ABC.
La producción local de arándanos, que radica principalmente en el norte del país (entre Tucumán y Salta) y en el litoral (Corrientes y Entre Ríos), además de Buenos Aires y se extiende en alrededor de 1900 y 2100 hectáreas, principalmente se exporta. Su destino principal son los Estados Unidos, que se lleva el 65% de lo exportado.
También se envía a Inglaterra (un 15%), mientras que buscan fomentar el mercado asiático.
Esta temporada la exportación cerrará con números cercanos a los 18 millones de kilos, similar al año pasado, siendo la tercera fruta de exportación en valor FOB para el país (alrededor de u$s 110 millones).
Pero la novedad del sector pasa por la atención al mercado interno. “Queremos que el abastecimiento sea constante, anualizado. Para esto probablemente haya que importar, pero será necesario para sostener el mercado si se quiere tener un consumidor habitual”, afirmó Pazos, que agregó que para el año que viene el objetivo será mantener esa demanda y que el trabajo se focalizará en “crear consciencia entre los vendedores para ofrecer de forma adecuada la fruta, teniendo en cuenta que se trata de puntos de venta muy atomizados”.